Pero veamos ¡En que ocupo tanto tiempo pensando? Si es domingo, me paso la tarde del día pensando en lo que hay que hacer el lunes. Si es lunes, me paso el día pensando en la pelotudeces que mi jefe quiere que haga para ala semana. Si es martes, pienso en que el miércoles es uno de los días que mas me gusta de semana. Si es miércoles, comienzo a regañarme por que en realidad el lunes y martes no fueron días muy productivos y ya estamos a media semana. Si es jueves, bueno, el jueves es un día lleno de esperanza, ya queda menos para el viernes. Si es viernes, me angustio porque solo la mañana del viernes tiene ritmo laboral, el viernes en la tarde es como medio muerto y pasa sin pena ni gloria.
Creo que lo mejor es ser autocrítico. En realidad tenemos unos hábitos desastrosos de organizar y planificar el tiempo. Dormimos mal, comemos mal, las dietas fracasan pronto, el ejercicio es una episodio esporádico de tanto en tanto.
¿Pero que es tanto lo que hacemos, que siempre pensamos que no tenemos tiempo?
Bueno, si ser experto, creo que pensamos en todo lo que hay que hacemos, pero sin concentrarse en lo que hacemos. Es como contradictorio pero es así.
Escribir sirve por lo menos para darse cuenta o autodenunciarse.